¿Querés empezar a correr?

En esta nota, todos los tips que necesitas:

Los atractivos de salir a correr son evidentes. Es un deporte sencillo, sano y económico. No se necesitan elementos más que el propio cuerpo y un par de zapatillas. El paisaje siempre varía y los logros son progresivos, alentadores y conlleva múltiples beneficios físicos y mentales para el corredor. Facilita la pérdida de peso, mejora el humor, provoca un impacto positivo en la autoestima. Fortalece el corazón, las piernas, y sobre todo, multiplica las endorfinas- las moléculas de la felicidad- logrando un enganche con el deporte único.

Lo mejor es que se puede empezar de cero, sin ninguna destreza en particular. Lo único necesario es la constancia y calzado adecuado. El primer día puede que no logres correr más de un minuto, pero haciendo intervalos de caminatas, cada vez podrás correr más tiempo sin detenerte. Pronto estarás corriendo 30 minutos, hazlo a tu ritmo, mejora la zancada, consulta con un especialista por las zapatillas acorde a tu pisada y tipo de pie, tómalo con calma y pronto estarás disfrutando de todos sus beneficios.

Tips

Lo primero que tienes que hacer es visitar a tu médico. Chequeo general, pruebas de esfuerzo y consultas acerca de cómo cuidar tus miembros inferiores serán de gran ayuda. 

Luego, invierte en unas buenas zapatillas especiales para correr. Livianas y que ayuden a prevenir lesiones. En las mujeres, un buen sujetador o top deportivo especialmente diseñado para runners será clave también. No te sobreesfuerces. 

La motivación aparecerá paulatinamente con los logros pero reconoce tus límites, para poder salir a correr al día siguiente. Descansar es necesario para recuperarte bien. Plantéate objetivos posibles. Entrenar 7 días a la semana quizás no sea para ti, comienza con 2 o 3 y luego verás. No busques velocidad. Lo importante es encontrar el propio ritmo. Calienta tus músculos antes de empezar y estira al terminar. Hidrátate bien antes, después y hasta durante el ejercicio. 

Protégete del sol si sales a correr de día, motívate con música que acompañe tu ritmo y cuida la postura. Mirada al frente, cabeza en alto, torzo derecho o levemente inclinado hacia adelante pero apenas porque sino se sobrecarga el peso en rodillas. Los brazos se balancean suavemente de manera natural flexionados con un ángulo de 90 grados. Las manos no estarán ni cerradas ni abiertas. Un buen truco es imaginar que se lleva un huevo en cada mano y que no se pueden romper. Los hombros deben ir relajados, sin tensión, evitar subirlos con los codos pegados al cuerpo. 

La zancada debe evitar el impacto demasiado directo en el talón y aterrizar más bien con la zona media del pie, en el centro del cuerpo. Evitar las zancadas demasiado largas y subir demasiado las rodillas para evitar un gran impacto. Las zancadas deben ser lo más parecidas posibles. Aprende a escuchar tu cuerpo y así encontrarás la técnica perfecta.

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