Un emprendimiento latinoamericano ofrece soluciones para consumidores comprometidos
A finales del 2018 Adriana Lopardo, fanática de las fragancias, se propuso crear los perfumes que ella sentía que el mercado necesitaba.
Se inscribió así en un curso de la Asociación de Químicos Cosméticos para formarse técnicamente y se puso a investigar las fragancias de autor.
Así se propuso diseñar una línea de aromas exclusivos, premium y muy originales.
El nombre significa “ciego“ en inglés , como una invitación a abrirse al sentido del olfato sin ninguna otra interferencia en un contexto hiper saturado de estímulos visuales.
La marca trabaja con etiquetas en braille, siguiendo con el énfasis de darle lugar a otros sentidos, en este caso el tacto.
El oído no queda afuera, ya que los nombres de cada fragancia están vinculados a cada ritmo latinoamericano a través de la denominación de cada perfume.
Se comercializa a través de su sitio que abre las puertas olfativas a un universo de creaciones exclusivas, conocidas como de boutique o de autor.
Las composiciones de lujo están elaboradas sin crueldad animal ni orientadas a ser consumidas por un género en particular.
Milonga, Bossa, Lando, Son, Xote, Mento, Son son algunas de las fragancias. Entre los componentes hay notas sumamente originales como notas de tabaco, cuero, geranio y pimienta local.
Como plus y para quienes no se deciden por ningún perfume en particular, la marca ofrece kits de exploración para crear un aroma propio que contienen un mix de tres fragancias para mezclar: Discovery Kit Amaderado o Discovery Kit Florales.