¿Cuáles son los imprescindibles del verano?

Imprescindibles del verano

Si hablamos de productos solares, existe un protector para cada quién: spray, bruma, emulsión, barras. Con filtros más altos o menos. Los que aportan color, los antibrillo, nutrición, aquellos con poder reparador, antioxidante, calmante, los perfumados, los infantiles y muchas opciones más. Pero la ciencia, evoluciona, y por eso, la nueva generación de solares une ciencia y tecnología al servicio del usuario. 

Huele a vacaciones. El sol nos llena de buena vibra y cálidas sensaciones. Aparecen en el out fit las sandalias, la ropa liviana y soñamos con el traje de baño, el mar, la pileta. Y aunque a esta altura, la mayor parte de la población es consciente de que la protección solar no sólo es una cuestión del verano, sino una buena costumbre a mantener todo el año, la época se presta para profundizar en las distintas alterativas para cuidarnos de la exposición solar. La fotoprotección es un cuidado a tener en cuenta los 365 días del año, pero cuando la intensidad de la luz ultra violeta (UV) es mucho mayor, la protección debe intensificarse. Mínimo se debe usar 30 FPS. 

La piel es un escudo protector de todo el cuerpo, pero el sol debilita sus barreras naturales y por esto, la protección solar es el primer paso de toda rutina de cuidado y belleza y lejos de ser una cuestión de marketing, los infinitos formatos y los productos multiprósito son un modo de llegar a todos los públicos. Contribuye a entrenar a cada persona en el conocimiento y cuidado de su propia piel. En el caso de la presentación compacta con color es práctica e ideal porque además de brindar filtro solar aporta una capa de protección física que es además estética y matificante. Ayuda a mantener este cuidado a lo largo de todo el año. Es innegable que la acción solar nos llena de vida, placer y vitamina D, pero también daña, produce fotoenvejecimiento de las células, deshidrata y hasta puede producir cáncer. La infancia es el período de mayor fragilidad, en donde los cuidados deben redoblarse con productos especiales, evitando el horario del mediodía. Menores de 6 meses no deben exponerse al sol. Si bien la medida de protección más natural es un sombrero, camisas de mangas largas y colores claros, evitar exponerse al sol directo entre las 11 y 16 horas.  Pero a la hora de elegir la protección de la mano de la cosmética, hay conceptos que debemos conocer. Las pantallas o protectores filtran o reflejan las radiaciones ultravioletas A y B impidiendo que la piel se dañe. Tienen una graduación llamada SPF (sun protection factor) que mide su índice de protección. Esta pantalla se da por medios físicos o químicos. En el primer caso, los productos contienen minerales. Son tolerados por las pieles sensibles, muy blancas o altamente fotosensibles: le sirven de escudo, ya que este tipo de piel tiene fallas en su defensa natural. Sus componentes actúan como minúsculos espejos que reflejan los rayos solares haciendo que los fotones reboten en la piel. Se caracterizan por texturas más espesas y un efecto menos duradero, por lo que se debe repetir la aplicación con mayor frecuencia que con los filtros químicos. Estos últimos se activan mediante reacciones fotoquímicas, absorbiendo los fotones de los UVB, UVA e infrarrojos y modificándolos para minimizar el impacto. Hay que aplicarlos media hora antes de salir al sol. Son mayoría en la oferta actual. Lo bueno es que a la función básica, se le suman otras. Los protectores de nueva generación tienen que ver con la incorporación de activos que van cumpliendo necesidades diferentes, por ejemplo sustancias que producen la reparación de la barrera cutánea como la nueva línea de Aderma con aceite extraído de la plántula de la Avena rhealba, eso hace que no tenga proteínas y no resulte hipersensibilizante, pero sí altamente restauradora e ideal para pacientes alérgicos. Los beneficios extra más allá de la función de defensa de los rayos solares van desde la reparación, las cualidades calmantes para pieles sensibles, la textura cada vez más agradable y perfumada ó la doble función de proteger del sol y maquillar a la vez, tapando imperfecciones, capilares dilatados, rosásea, manchas, entre otros defectos. La tendencia es hacerlos tan usables que no haya excusa para no aplicarlos. Las formulaciones incluyen valores cosméticos como tonalidad, activos antienvejecimiento, activos anti inflamatorios e hidratantes para evitar la desecasión. En síntesis, el protector solar es actualmente un producto completo que aporta amplios beneficios además de protección específica.

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