El spinning es un clásico de los gyms que no pasa de moda porque, además de ser entretenido es altamente efectivo.
No hay gimnasio en el que no explote el horario de la clase de spinning. A mí me ayudó a alisar mi celulitis y mejorar mi tonicidad muscular, por eso te voy a contar más de mi clase favorita, que probé en versión acuática.
Esta modalidad es la perfecta para aquellos amantes del agua que también lo pasan en grande en las clases encima de una bici.
Poseen un gran beneficio cardiovascular que incide positivamente en nuestra capacidad aeróbica.
Además, las sesiones de spinning nos ayudan a mejorar el tono muscular, sobre todo porque, al estar la bicicleta sumergida bajo el agua, contamos con una mayor resistencia.
En este sentido, se trata de una práctica muy recomendada para fortalecer la musculatura del tronco inferior, especialmente del cuádriceps, con el fin de proteger la rodilla. Por eso, esta práctica es también muy beneficiosa en caso de padecer una lesión de rodilla.
En general, es una práctica con un riesgo muy bajo de lesión debido al poco impacto generado por la bici, que se ve aún más reducido al realizarlo bajo el agua.
¡También es una buena forma de perder grasa ya que aúna el spinning con el ejercicio acuático!
Además, te ayuda a mantener la mejor imagen en tus piernas ya que la actuación del agua sobre nuestras piernas realiza el papel de masaje, por lo que nos ayuda a eliminar progresivamente la celulitis.
Y la presión ejercida por el agua en nuestras piernas nos ayuda a mejorar el riego sanguíneo y prevenir la aparición de varices.
Por último,al realizar el ejercicio en el agua, se siente más agradable debido a la ausencia de la sensación de sudor.
¿Qué esperas para probar tu primera clase?